Nos ha llegado una carta de Carmen Badia Lachos, fechada el 15 de mayo de 2018, explicandonos que han empezado las represalias contra su persona en la macrocárcel de Zuera (Zaragoza) en la que creemos que todavía se encuentra.
En la carta nos cuenta cómo el apoyo sanitario de 24 horas que recibía pasó a ser de 15 horas diarias. De 14h a 17h y de 20h a 8h. También dice que desde el día 13 de mayo no se presentó la persona de apoyo sinó que apareció una interna que al parecer tiene problemas mentales graves y se ha intentado suïcidar varias veces últimamente. Según Carmen, esta interna debería recibir cuidados específicos puesto que ya ha puesto gravemente en peligro su vida y ha pasado 9 días ingresada en un hospital por ello. Actualmente parece ser que se encuentran ellas dos solas en la celda; sin un apoyo.
Carmen comenta que las represalias se deben a las personas que desde fuera se están moviendo para visibilizar la lucha de lxs presxs y habla de su caso en concreto como la ÚNICA mujer presa que se ha sumado a la huelga de hambre colectiva que empezaba el 1 de mayo.
Su estado de salud vuelve a empeorar y nos cuenta que apenas puede dormir puesto que tiene el corazón muy acelerado debido a la quimioterapia. También nos comenta que se han llevado de su celda la única silla de ruedas que tenía para moverse de un lado a otro, con la excusa de que la necesitaba otro interno. Lleva ya 3 meses en la cárcel de Zuera y aún no la han visitado los médicos aunque ella lo pida reiteradamente. Cuenta que el día 26 de abril tenía que salir a visitar al oncólogo y no la llevaron con la excusa de que no llegó la ambulancia. Al parecer tuvieron visita de la jueza de Vigilancia Penitenciaria, doña Beatriz, que observó su estado y le dijo que pediría informes al centro sobre ella. Carmen aprovechó para explicarle que aún no la habían visitado los médicos.
Aún así, esta mujer conserva su fuerza y su valentía “Hasta otra, estoy cabreadísima, ya sabéis, ajo y agua… Pero el ajo es un buen antibiótico y sin agua no se puede vivir, así que no está mal jajaja. Un abrazo y por favor no os olvidéis de mi.”
Como podemos ver, Carmen necesita apoyo. Comenta que internos de otros Centros Penitenciarios no le contestan a las cartas y según dice tampoco le llegan las nuestras de vuelta ni las de CAMPA. No sabemos qué es lo que ocurre. Pero aún así animamos a seguir escribiéndole más que nunca.