Aquí publicamos algunos extractos de las últimas cartas de Jaime Arias Tinoco, preso en lucha al que han trasladado recientemente des de Ponent (Lleida) al Centro Penitenciario de Lledoners (Barcelona), a petición suya, que quería estar más cerca de su familia, y le ha costado mucho conseguirlo. Los argumentos de IIPP para postergar tanto su traslado más cerca de su familia eran que no le querían en ningún centro por el hecho de ser conflictivo: Brians I, Quatre Camins….
Ahora, lo último que sabemos es que está a la espera de un juicio por el cual se le acusa de varios delitos (que supuestamente cometió en el 2018 en Brians I): atentado contra la autoridad, lesiones leves a varios carceleros y amenazas. Por todo ello le podrían caer hasta 5 años más de cárcel y unos 3000 € de multa… Él niega las lesiones de las que se le acusa y además defiende que no hay pruebas que puedan demostrarlas.
“A mi en el año 98, por un problema que tuve con un guardia en Brians I, me tuvieron durante 14 días torturado:me ataron de pies y manos a la cama, sin colchón, sin ropa, y haciéndome mis necesidades encima. Cuando me traían el desayuno, la comida o la cena, me escupían o se meaban en la comida. Tanto a las 8h de la mañana como a las 16h del mediodía, entraban en el chabolo y me apalizaban. El primer fin de semana de que ocurriera esto, mi familia vino a comunicar conmigo y les dijeron que yo había hecho una instancia dándoles de baja, (cuando eso era mentira). Mi madre y mi hermano, a la siguiente semana, veían que no les llamaba por teléfono y se dieron cuenta de que algo estaba pasándome, ya que yo llamaba todos los días en esa época. Así que subieron el siguiente fin de semana con mi abogado y se volvieron a apuntar para comunicar y les volvieron a decir lo mismo, de que les había dado de baja. Entonces el abogado actuó y pidió que les enseñaran el libro de registro para que se comprovara si eso era cierto. Y el centro penitenciario fue tan listo, que en el momento en que mi familia y abogado estaban ya denunciando todas esas vulneraciones, falsedades… A mi, en ese mismo momento, me trasladaron a Lleida, en un coche de nacionales, con un solo pantalón corto, unas chanclas y camisetas que no eran ni mías. Pero lo hicieron para que no me viera mi familia ni abogado la cara y el cuerpo, de lo mal que estaba de las torturas que recibí. Aquí en Lleida me tuvieron 3 años en celdas de castigo pues el centro me denunció por lo del guardia y al centro, Brians I, no le pasó nada por vulnerar mis derechos e impedir a mi familia comunicar.
Ayer luché por una situación parecida a la de Carmen Badía Lachos, es el caso de un compañero que está aquí (C.P. Ponent), pasando por la misma situación. Hice un escrito/denúncia de su situación con la recopilación de firmas de otros internos a favor de su excarceración por enfermedad grave. Lo envié al organismo de defensa de los derechos humanos igual que a vuestro grupo. Los guardias me miran hasta de forma desafiante, me han llegado a amenazar de que ya mismo me vuelvo a ver “chapado” en celdas de castigo. Yo me río porque me da igual, yo lucho por los derechos de las personas que es lo que he hecho siempre y lo voy a hacer hasta el fin de mis días. Pero tristemente, aquí la gente está acobardada por las represalias y les da igual que pisoteen sus valores y dignidad. Lo último ha sido que el compañero a quién pretendía apoyar respecto a lo de su enfermedad grave me vino a decir que el escrito que había hecho, para enviar a derechos humanos, con las firmas de casi todo el módulo, que lo echara para atrás porque podían tomar represalias hacia él los jueces, que se lo había dicho su abogado… Yo le he dicho que lo he hecho a mi nombre y que creo que su abogado le está diciendo eso para que le siga soltando pasta porque si lo sacan en libertad su abogado ya no sigue cobrando. Y lo que le está transmitiendo es miedo; y así está la gente aquí…. En las cárceles desde siempre ha habido torturas, injusticias… Pero en el año 92, íbamos todos los presos a una y esto se ha perdido.
Yo otro punto que sacaría es el siguiente: que no den medicación para drogar a los internos y que los médicos miren más por facilitar y gestionar la puesta en libertad de personas que se encuentran enfermas graves.
Porque a los médicos de prisiones les interesa drogar a los internos para tenerlos anulados psíquicamente y emocionalmente.”
Para escribirle al compañero:
Jaime Arias Tinoco
C.P. Lledoners
C-55, km.37
08250 Sant Joan de Vilatorrada
Barcelona