Carta de Carmen sumándose a la propuesta de lucha colectiva de lxs presxs

20/04/18

Hola compañeras/os:

Soy Carmen Badía Lachos. Supongo me conoceréis por la huelga de hambre que inicié en el C.P. de Ponent de Lleida 5/12/17 y que duró 3 largos meses, hasta que por fin pude salir de esa Cataluña tan corrupta, que hasta sus cimientos están podridos, empezando por todo y sobretodo por las Instituciones Penitenciarias Catalanas que como bien sabéis es la única Comunidad Autónoma que tiene las competencias de I.I.P.P y Justicia y que no depende del gobierno central. Eso les da a ellos fuerza, fuerza para continuar chantajeando y pidiendo dinero a las internas/os que ellos consideran que pueden pagar.

Se lucran a través del DEVI (programa de delitos violentos) que como sabéis no existe en las otras cárceles españolas. Sólo existe en Cataluña. Si pagas apruebas, si no les entregas el dinero que ellos te piden NO apruebas. Depende del delito y las posibilidades económicas que ellos creen que tiene según qué interno, el precio puede oscilar entre 40.000€ hasta 200.00€, en largas condenas, como ya sabéis por otrxs presxs a lxs que también se les ha pedido. Por increíble que parezca hay gente que les paga lo que piden. Otros NO PODEMOS. No disponemos de esa cantidad.

Por ello me uno a vosotrxs, compañerxs de dentro de las cárceles así como a lxs que estáis fuera en esta lucha contra la injusticia. Me uno a vosotrxs en esta huelga de hambre colectiva que se va a iniciar el 1 de mayo, día del Trabajador.

Estoy de acuerdo con estos 12 puntos. Yo por desgracia he visto en estos largos años, pasados en Cataluña, de todo, y nada bueno.La reinserción NO EXISTE, enteraros bien. En Cataluña el artículo 104.4 y el 196 del R.P. No se aplica. Si pagas sí, claro, sino te mueres en los centros penitenciarios.

Las cárceles catalanas son una Universidad de Delincuencia. Es dónde se aprende lo que es la droga, cómo funciona el sistema, el poder que creen tener por llevar una placa con un número, etc, etc. De allí muchas personas salen “quemadas” en el sentido literal de la palabra. Con más frustración y más problemas que cuando entraron.

Os preguntaréis por qué pongo siempre a los Centros Penitenciarios Catalanes como ejemplo; pues es porque allí para mi desgracia he estado cumpliendo mi condena, y de los otros Centros Penitenciarios del Estado español no puedo hablar. Hablo de lo que yo he vivido, que es mucho y muy doloroso.

Quiero recordaros que desde mi primera sesión de quimioterapia estuve siempre sola en la celda. Sola. No se me puso NUNCA apoyo de ninguna clase. Durante el post-operatorio y radioterapia, tampoco. NUNCA. Si algunx de vosotrxs habéis tenido esta cruel enfermedad, o alguien cercano a vosotrxs la ha padecido, sabréis de lo que hablo. Tenía que ir a curas a enfermería central en silla de ruedas, con 34 grados de temperatura en verano, por la bajada de las defensas. De ello dan fe lxs internxs del CP de Ponent que veían en qué situación estaba. Todo ello con el beneplácito de su director, Manuel Solá (no es el actual director, lo cesaron el 31/10/17). Ya podéis imaginar el por qué… Es uno de ellos. Como lo es también el director de Instituciones Penitenciarias de Cataluña, Amand Calderó. Ya sabéis por qué está en el cargo. Lo sabéis y lo saben.

Por ello ME UNO A VOSOTRXS, para que mi voz junto con las vuestras traspase muros y se oiga donde se tenga que oir.

Hasta siempre, recordad:

“SI LUCHAS PUEDES PERDER

SI NO LUCHAS ESTÁS PERDIDO”

Carmen Badía Lachos