Carmen ha decidido dejar su segunda huelga de hambre para pedir su excarcelación por enfermedad grave. Aún así, ella mantiene la lucha, tanto individual como colectiva, y desde dentro y desde fuera tendremos qué ver como seguir para exigir su libertad.
Compartimos la publicación que han hecho desde CAMPA (Colectivo de Apoyo a Mujeres Presas de Aragón), donde explican la situación. Esperamos que este mensaje llegue a ambos lados de los muros.
La lucha de Carmen continúa 10/06/2019
Carmen Badía ha abandonado su segunda huelga de hambre despúes de casi un mes, pero ella no se rinde, la lucha sigue. Carmen recibió la semana pasada una resolución de la jueza donde considera que actualmente no reúne los requisitos para conseguir la progresión a tercer grado y la libertad condicional por enfermedad grave.
Ayer domingo 9 de junio, durante nuestra visita nos trasmitió que ha sufrido un bajón muy fuerte: los ojos le duelen, se siente cansada y con mucho dolor en el lado derecho del cuerpo, además su musculatura ha desaparecido por completo. Poco a poco está volviendo a alimentarse. Por el momento, a base de líquidos y de fruta.
Sin embargo, la lucha de Carmen sigue con más fuerza que nunca; según nos transmite, el apoyo que está recibiendo desde fuera está siendo muy importante para ella. Nunca se ha quedado callada. Su última reivindicación es una denuncia pública debido a partes y acusaciones de funcionarios e instituciones penitenciaras con motivos falsos. Un ejemplo: Durante la huelga ha sido sancionada hasta en 4 ocasiones. Los motivos: difundir noticias falsas por comprar café con leche y estar en huelga. Debe tenerse en cuenta que ella especificó que iba a realizar huelga de hambre y no de sed, y que además los Servicios médicos le recomendaban que tenia que beber líquidos distintos al agua.
Dentro de su difícil situación, estamos contentas porque Carmen sigue viva, y de la misma manera felices porque puede seguir luchando. Creemos que después de tantos días en huelga de hambre debería pasar algún control médico, ya que si su salud ya estaba delicada, ahora se encontrará todavía más débil. Aún con todo, Carmen no quiere abandonar la lucha.
Nos ha mostrado agradecimiento por todo el apoyo que ha recibido: más de 600 firmas de apoyo, cientos de llamadas a Zuera y a Instituciones Penitenciarias para preguntar por su estado, cartas al defensor del pueblo… Miles de gracias por toda esta solidaridad. Ahora nos toca seguir preocupándonos por su salud. Os animamos a seguir llamando a la cárcel de Zuera para enterarnos de cómo evoluciona.
El caso de Carmen nos confirma una vez más que instituciones penitenciarias y todo su entramado hacen de la cárcel el mayor instrumento de castigo y de tortura. Las cárceles son centros de exterminio y personas con estados de salud delicados como Carmen tampoco deberían estar presas. Ni ella ni nadie.
Seguiremos informando del estado de Carmen, la lucha sigue.